En una clínica dental, el primer filtro con el que se encuentran los pacientes es el personal clínico y auxiliar; es por eso que hay que exigirles un nivel de formación, compostura y comunicación ajustado al puesto que desempeñan.
Los conocimientos, la educación, la imagen,la actitud y la destreza del personal que recibe, atiende, escucha, comunica yasiste a los pacientes se convierte en el primer filtro con el que se enfrentanlas personas que visitan nuestras clínicas. Los empleados asumen riesgos yresponsabilidades porque en sus respuestas proyectan y dicen mucho de la organizacióna la que representan. Por lo tanto, se deben cuidar aspectos queinevitablemente se asocian y afectan a la identidad y reputación de la clínica.
Pienseen el proceso de formación, capacitación y gestión del conocimiento de suequipo como una inversión de retorno inmediato y céntrese en factores como:
El conocimiento y la formación como factor primordial
Los pacientes, porsentimientos de cercanía, vergüenza o temor, suelen hacer preguntas máscomprometidas en términos de costes, dolor y resultados finales al personalclínico más que al dentista. Por eso, su equipo debe estar informado en todomomento sobre aspectos relacionados con los costes, la duración, los procesos ylas características de los tratamientos, sobre la política de cobros y pagos,sobre las novedades implantadas en la clínica, sobre las promociones, etc. Cadaindividuo tiene una formación específica correlativa al puesto que desempeñapero siempre es recomendable ampliar sus miras. Reciclar al equipo ofreciéndolesesiones de formación periódicas para informarle de actualizaciones y de hechosy acciones de interés por las que puede ser cuestionado, siempre es beneficiosopara la organización.
La comunicación como clave de ampliación y mejora
Los miembros de unequipo tienen sus puestos y áreas cubiertas pero no por ello desconocen las desus compañeros. Cada persona tiene su forma de hacer y entender las cosas. Lasopiniones, experiencias y juicios de valor son auténticos diamantes en brutoque deben ser explotados y compartidos por y para el bien común. Lacomunicación y el intercambio de información se convierte en una vía para elconsejo y la formación muy útil y versátil. Establecer momentos donde seintercambien ideas, donde la creatividad se instaure como medida de mejora y seestablezcan propuestas para dar solución a conflictos, problemas o simplementemejorar los procesos es un hábito muy recomendable.
Esforzarse por ampliarlos conocimientos mediante formación es una medida que aporta grandesbeneficios. Por un lado gratificación personal y, por extensión, ventajas anivel social y profesional. Si nos rodeamos de personal cultas, polivalentes ydispuestas a compartir sus métodos y procesos de actuación, podemos aprender deellas y sacar enseñanzas preciosas que nos ayuden a crecer en todos losaspectos. El conocimiento es una fuente de riqueza inagotable que beneficiatanto al que lo posee como al que lo recibe. La voluntad y la ambición de sabermás, de aprender más y de conocer más son competencias y habilidades que todoser humano debería esforzarse en desarrollar y maximizar. Anime a su equipoclínico a mejorar, a formarse y a crecer profesionalmente siendo el primero endar ejemplo ya que no hay mejor muestra de interés y compromiso que predicarcon el ejemplo.