15 de Octubre de 2021
Dicta el refrán “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Un sabio consejo que incluso para muchos llega a ser toda una filosofía de vida. Sin embargo, para otros muchos no solo no es fácil de cumplir, sino que supone todo un reto. Si cuando has tenido que enfrentarte a una cita, un asunto que tratar o una responsabilidad que atender, has optado por hacer cualquier otra cosa que en ese momento incluso pareciera de gran importancia, no se debe a una mala organización ni a la pereza. Estás ante uno de los rasgos más comunes de la vida adulta: la procrastinación.
¿Qué es la procrastinación?
Seguro que has oído hablar de ello, pero definamos este concepto para comprenderlo mejor. La procrastinación es la acción de retrasar o posponer una tarea de forma consciente, voluntaria, y sin que sea realmente necesario hacerlo, por otras actividades más agradables y también menos relevantes.
Ser procrastinador de forma habitual puede conllevar, en muchas ocasiones, efectos negativos en la propia salud. Según diversos estudios de investigación, quienes lo han convertido en un hábito pueden llegar a desarrollar problemas digestivos, elevar su nivel de estrés y sufrir dolores de cabeza regulares e incluso insomnio.
Además de los efectos negativos que la procrastinación tiene en nuestro cuerpo, la gestión del tiempo se ve directamente afectada, puesto que se trastoca la organización de las tareas y se altera la priorización de los objetivos que se habían marcado.
¿Qué hacer para evitar y vencer la procrastinación?
No te veas como una persona procrastinadora.
Cuando decimos que somos “algo” estamos justificando un comportamiento o una parte de nosotros mismos sin darle margen de cambio. Sin embargo, hay de ser conscientes de que es posible la mejora, el aprendizaje, o incluso el desaprendizaje. Ser consciente de que eres perfectamente capaz de enfrentarte con éxito a las responsabilidades y tareas, por muy arduas que resulten, y luego disfrutar plenamente de otras actividades, las cuales disfrutarás aún más por no tener cargo de conciencia, te colocarán un paso más cerca de lograrlo.
Ser consciente de que eres perfectamente capaz de enfrentarte con éxito a las responsabilidades y tareas, te colocarán un paso más cerca de lograrlo.
Analiza la naturaleza de las interrupciones.
No es lo mismo desatender tu labor de gestión en el despacho porque hay una verdadera emergencia en la clínica que parar simplemente para echar una ojeada a las redes sociales. Analiza y recapacita sobre si eres tú mismo quien se levanta del sillón de pensar o si es algún otro quien reclama tu presencia. En este último caso, quizá sea necesario comunicarte con tu equipo y transmitirles la importancia del tiempo de gestión para un mejor funcionamiento de la clínica en beneficio de todos. Sabemos que esto puede costar esfuerzo por parte de todos; aquí te dejamos un artículo que te ayudará a manejar la situación más fácilmente.
Reorganiza tus tareas y realiza primero aquellas que menos te motiven.
Muchas veces procrastinamos porque nos enfrentamos a las más arduas tareas cuando no estamos en nuestro mejor momento del día. Si dejas lo más difícil para el final del día, por ejemplo, lo más probable es que estés cansado o que incluso otros imprevistos que hayan surgido copen ese tiempo que habías planificado. Por ello, es necesario establecer un listado en el que se detallen las tareas que son prioritarias, aquellas a las que más te cuesta enfrentar y aquellas con un plazo de resolución más próximo y que no pueden esperar, y hacerlas lo más pronto posible durante el día. Así, te sentirás más aliviado al terminarlas y afrontarás de otra manera lo que aún queda por venir. En este artículo encontrarás algunos tips para ello.
Tendemos a exigirnos más que nadie y juzgarnos con mayor crudeza que cuando lo hacemos con otros.
Sé realista y reduce tus niveles de autoexigencia.
Nosotros podemos ser nuestros peores enemigos. Las personas tendemos a autoexigirnos más que ningún otro y juzgarnos con mayor crudeza que cuando se lo hacemos a otros. Muchas veces esto se ve agravado cuando no se es consciente de la realidad y se tiende al sobrecargamiento de tareas, porque creemos que cuánto más hacemos, mayor y mejor será nuestra productividad. Identifica de forma subjetiva cuánto tiempo te ocupará cada tarea y cuál es el tiempo del que realmente dispones. Para que tu nivel de exigencia no sea mayor al adecuado, te recomendamos practicar el mindfullnes y la atención consciente.
Divide y vencerás.
Si la tarea a la que te cuesta tanto enfrentarte es demasiado extensa o compleja puede llegar a resultar totalmente abrumadora, lo que no hará sino desmotivarte totalmente e incluso desfigurar el objetivo final. Compartimentar y dividir en tareas más pequeñas, más sencillas o más concretas te ayudará a visualizar el camino e incluso contemplar la posibilidad de que la tarea pueda ser realizada no solo por ti, sino también por otra persona que domine más algunos de dichos fragmentos.
Gestionar mejor tu tiempo es una consecuencia directa de abandonar la procrastinación como hábito. Disponer de más tiempo te permitirá aumentar el rendimiento de tu trabajo como director o gerente de la clínica dental y eso repercutirá en el beneficio de todos, tanto de ti como de tu equipo. La procrastinación es un hábito mucho más común de lo que crees, pero en tu mano está hacerle frente con las herramientas adecuadas y ver crecer tu motivación para llevar las riendas de una gestión de éxito en tu clínica dental.
SI TE GUSTA ESTE CONTENIDO ¡COMPÁRTELO!