El final de año es un momento propicio sentarse a reflexionar y hacer balance de todo lo acontecido a lo largo de los últimos 12 meses, revisar el estado de cumplimiento de nuestros objetivos, detectar los fallos que se hayan podido cometer y plantear nuevos retos y modificaciones a ejecutar en el nuevo año que entra.
En este balance, lo más importante es la elección de las preguntas, o dicho de otro modo, saber cuáles son aquellos aspectos que desea o necesita valorar por tener una incidencia directa en su toma de decisiones posterior. No se debe olvidar que toda reflexión debe conducir a una acción posterior, y en este sentido, el balance anual se utilizará para establecer el plan de acción del año siguiente.
Para responder a estas preguntas, con toda seguridad, será necesario contar con una serie de datos e información previa, que deberán recopilarse a fin de poder hacer un análisis lo más certero posible.
En la mayoría de ocasiones, se tratará de datos que serán accesibles a través de sus softwares de gestión y de análisis contable. En otras ocasiones, será información que deberá ser trasladada por los miembros de su equipo (odontólogos, auxiliares, higienistas, administración, recursos humanos, contabilidad, coordinación, …). Así pues, defina con claridad la información que necesita y solicítela.
Una vez disponga de todos los datos, es el momento de sentarse a analizarlos y compararlos con los objetivos, retos y cambios que se definieron para este año. De esta forma, podrá detectar qué hitos se han cumplido, cuáles de los cambios o mejoras que decidió introducir han funcionado y cuáles no, y por qué, y qué nuevos retos y objetivos puede plantearse para 2014, así como definir la manera de llevarlos a cabo.
Aunque en esta tarea de reflexión, la responsabilidad máxima es del director de la clínica dental, conviene implicar en ella en cierta medida a los miembros del equipo, ya que pueden aportar un punto de vista diferente, muchas veces más concreto y directo.
Y lógicamente, también puede recurrir a la opinión de sus propios pacientes. No olvide que ellos son los verdaderos destinatarios de su servicio y por tanto la razón de ser de su clínica, por lo que todo aquello que le puedan transmitir constituirá siempre una valiosísima fuente de información.