La medida será efectiva a partir del mes de diciembre y el Gobierno la ha tomado para acabar con las deficiencias de conocimientos, el conformismo laboral y el allanamiento del estatus médico con respecto a su puesto de trabajo.
Cuestionada pero aprobada, la reforma de la legislación médicade Reino Unido anunciada por el ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, determina quelos médicos británicos se sometan a una evaluación anual para medirsu rendimiento. Cada cinco años, el Colegio General de Médicos (GMC, GeneralMedical Council) determinará según los resultados de las evaluaciones quepasará entre el colectivo médico, qué profesionales pueden seguir ejerciendo ycuáles no.
Estainiciativa pretende subsanar las deficiencias de conocimientos y formaciónespecífica identificadas en una minoría de los 220.000 médicos del país paradarles la oportunidad de reforzar las áreas en las que hayan obtenido peoresresultados.
En laactualidad, no existe ningún sistema obligatorio que evalúe el rendimiento delos médicos británicos, una situación que se había comparado con la de otrossectores que sí se someten a reválidas frecuentes. En España, existen algunosprogramas piloto y voluntarios de autoevaluación que permiten al colectivomantener unos niveles de calidad asistencial yprofesional dignos, aún así, la medida no está exenta de polémica.
Quizá podríamos tomar ejemplo de nuestros vecinosanglosajones y aplicar una medida similar, orientada al sector dental, parapotenciar la formación continua, tan necesaria para actualizar conocimientos yampliar miras que favorezcan el ejercicio basado en la mejora asistencial y labúsqueda de la excelencia, beneficiando siempre el servicio ofrecido a nuestrospacientes.