La correcta gestión de la base de datos de tus pacientes facilita el contacto con ellos en el día a día. No obstante, es imprescindible disponer de toda la información de un modo relacionado y jerarquizado, lo que te permitirá además ahorrar tiempo. ¿Cómo conseguirlo?
Cantidad de información
Establece aquellos parámetros que sean realmente útiles para el conocimiento de los pacientes. Cuantos más campos existan en la base de datos más complicado resultarán las mediciones posteriores.
Revisiones periódicas
El responsable de la gestión de la base de datos debe organizarse para limpiarla de datos obsoletos e incorrectos cada cierto periodo de tiempo, así como comprobar si han de realizarse actualizaciones en el número y tipo de campos de datos.
Imágenes
Cuantos más datos se almacenen, más lento será su funcionamiento. Para la inclusión de imágenes, opta por almacenarlas en un servidor externo y añadir un campo en la base de datos con la ruta de acceso al mismo para saber siempre dónde se encuentran.
Acceso y Gestión
Aunque todos los miembros de la clínica deben poder acceder a la base de datos, lo más recomendable es que haya un único administrador para realizar cambios. De esta forma se evitan posibles errores de interpretación y duplicidad de datos.
Decide qué tipo de base de datos se adapta más a las necesidades de tu clínica y sigue estos pequeños consejos para mejorar la calidad asistencial a tus pacientes y mejorar tu rendimiento.